viernes, 27 de noviembre de 2009

Ahora


(...) - Convenced a mi caballo, dijo Roldán;
porque tiene la costumbre, tan extraña y tan ridícula,
de no hacerme mucho caso si ordeno retroceder.

(La Leyenda de los Siglos. Víctor Hugo.)


Ahora que tus ojos no existen, ahora
que no me cautiva su verdor;

ahora que la oscuridad se ciñe y borra
de mi mente tu dulce olor.

Ahora que por fin consigues la derrota
de esta triste ilusión

y que las mariposas rendidas se ahogan
y que respira el corazón.

Ahora, que no te tengo en mi mente;
ahora, que todo parece coherente.

Ahora, que te olvidé para siempre…
estoy seguro, se trata de amor.

Manuel Alejandro Cruz

(No te confundas. A mi tampoco me importa.)

viernes, 20 de noviembre de 2009

Detesto

Detesto, por ejemplo, cuando los versos no quieren salir.



Detesto las discusiones
sin sentido
(es decir,
todas en general),
cuando los grupos se separan
y los amigos no se hablan.

Lo detesto casi tanto
como levantarse
sin recordar
lo que hemos vivido.
Perdón,
soñado.

Casi tanto
como cuando el pecho arde,
y la boca calla,
y las manos tiemblan.
Las palabras entonces
se queman dentro de nosotros...
se consumen.
Perdón,
nos consumen

Detesto también el tiempo
que pasa sin saludar
y nos pisa;
y lo detesto casi,
casi tanto como
al aire
que sin remedio,
nos respira.
Perdón,
respiramos.

Y así,
detesto
muchas cosas,
y entre ellas,
este intento de poema,
que aunque quiera,

no es
más que prosa.
Perdón,
confundida prosa.


Manuel Alejandro Cruz

(Por cierto, he dejado mi reloj en casa para olvidar por un rato que somos esclavos del tiempo)

viernes, 13 de noviembre de 2009

Son dos, somos uno.

Despierta ya.

Hoy es el primer día del resto de nuestra vida.

Y estos no son dos poemas, son uno, igual que nosotros.


En tus ojos diminutos
reflejas de nuevo la luna;

has abierto tu perfil astuto
en esta noche desnuda.

Yo estoy seguro, me atrevo,
es el momento adecuado;

debemos compartir este cuerpo,
simple y escualo.
Tus alas ansían mundo,
tus garras ansían locura;

sabes bien lo que yo busco,
a ti mi alma está desnuda.
Es difícil, pero el acuerdo
debemos sellarlo.

¿Porqué vivir discutiendo
si a podrirnos juntos vamos?

Tu pico marca mi rumbo,
mas yo no llego a tu altura …

mejor, amigo, trabajemos juntos
intentando besar a la luna.

Y ahora te estoy viendo,
tu estas en frente mirando …

De dudar no queda tiempo,
porque ya has despertado.

Manuel Alejandro Cruz
(
La foto es de Aveiro, cortesía de Sarita, quien hace tiempo que no nos ha visitado...)

lunes, 2 de noviembre de 2009

Despertar

Antes que nada, quisiera remitirlos a un excelente artículo que ha salido en el nuevo número de Mephisto, y que sencillamente me encanta. Su autora, Laura Fernández Palomo, aborda el tema del victimismo con gran maestría, dejándonos una reflexión escondida entre sus palabras. Me remito sin más al artículo: Soy una víctima. Espero que lo disfruten tanto como yo.

En cuanto al poema de hoy... confieso que me gustaría creer en la tercera persona... así que por favor, aunque sea sólo por un par de versos, les pido que también lo hagan.




Tenía demasiado tiempo para aprender
y el suficiente para olvidar;

una camisa arrugada que se puso ayer
y que el tedio olvidó lavar;

un pasaje de emergencia en caso de volver,
y otro de ida, para llorar;

el café cansado de tanto revolver
y una mente harta de pensar.

Tenía las manos desnudas de leer
y los ojos de escuchar;

la radio encendida para poder entender
porqué no podía regresar;

y en el medio flores de Baudelaire
y cantos de esperanza sin cantar;

Pero todo lo que tenía que hacer
era volver a despertar.


Manuel Alejandro Cruz
("Y la próxima vez que vuelvas a nacer, procura llegar a tiempo...")