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sábado, 16 de julio de 2011

Inútil Consuelo

Hacía tiempo que no me desvelaba así.
Llevo mucho tiempo sin escribir, y no parece que la cosa vaya a cambiar...

"Idque apud imperitos humanitas vocabatur, cum pars servitutis esset"

"Ellos, ingenuos, llamaban civilización a lo que constituía un factor de su esclavitud"
Tácito, Agrícola, 21, 2.


Muñeco de Piedras, originally uploaded by Puno Van Hvala.

Hay un reloj invisible que retumba
y grita "!RECUERDA!" en cada oído...
pero nadie en el mundo lo escucha.

Sombras conocidas asechan la penumbra,
con el mismo discurso enardecido,
la misma bandera, la misma inútil lucha...

El mismo caballo, antes ya vencido;
los mismos tontos podridos en su tumba;
la misma fe, de nunca haber creído,
y el corazón con un alma o con ninguna...

Pero para no tentaros de lo desconocido
cuya imperiosa necesidad deslumbra,
avanzáis ciegos, ciegos perdidos,
al mismo lugar y con la misma fortuna.

Yo lloro, como otros, pocos sin duda,
que la naturaleza humana hemos entendido,
porque sabemos que la gente es sorda y muda

Y que en la felicidad jamás se educa...
pero para no ver todo perdido
confío en que al menos todos verán la luna...

Manuel Alejandro Cruz

viernes, 31 de diciembre de 2010

Desutopía


Estamos contentos.

"Y si recuerdas y visión te queda,
te verás cual la enferma, que postura
no halla en las plumas, y en la cama rueda,
pues dando vueltas piensa que se cura."

(La Divina Comedia, Purgatorio, Canto VI)


Azulejo droste, originally uploaded by Daghertu.


Ahora que nadie entiende esta historia
y que todos aventuran predecir el final,

es preciso recordar el pasado
para finalmente olvidar.

Olvidar como el tiempo nos consume
sin tregua siquiera para perdonar,

olvidar esta intriga de existencia
y la razón pasajera,
inocua y eludible, que obliga a llorar.

Es preciso reprimir la alegría
para conseguir la verdadera felicidad.

Y los sueños que al alba huyen
dejarlos por fin escapar.

Hace falta dejar de soñar
y entender que el sueño nunca
ha hecho verdadera falta.

Ni las ideas, ni el pensamiento,
ni la ciencia, ni la fé
(ni siquiera la de no creer).

Es preciso detener esta lectura
y empezar a escribir.
Matar los clichés y las moralejas
e inventarnos un cuento
capaz de burlar lo conocido.

Aventurar a lo más remoto
de nuestras emplumadas cabezas.

Retozar en la luna,
viajar en el tiempo, sí,
pero a un pasado ajeno.

Dejar de esperar el final
y empezar a escribir un nuevo comienzo.

Ahora que nadie entiende esta historia
vamos a inventarnos un mundo nuevo.



Manuel Alejandro Cruz

(Sigamos contentos)

domingo, 29 de agosto de 2010

Angustia

La ausencia no puede seguir siendo justificada. La angustia tampoco.

"Plantear la pregunta difícil es sencillo,
el simple acto de la voluntad confusa."
W. H. Auden

Luna acolchada


Tengo una angustia
y esa angustia es la vida.

Vida que a su vez es muerte
y angustia que a su vez
es también alegría.

Cuando no me deja dormir
la llevo hasta la ventana
para ver juntos la luna,

y ante su aparente existencia
le sonrío
mientras lloro.

Porque esa sensación de dolor,
que no guarda razón aparente
más que el temor sin razón,

es en extrema instancia
la mayor prueba de que existo
y existí, y existimos
(pasado y presente)
y sobretodo existiremos,

sin saber
ni donde, ni como,
pero sí cuando:
Siempre.

"No tiene sentido"
Me dice la angustia.

"Tú tampoco"
Le respondo.

Y nos reímos.

Manuel Alejandro Cruz

(La luna estaba allí por sorpresa. Puno Van Hvala )

jueves, 24 de junio de 2010

Otro intento

La ausencia está justificada...

"Si sale nunca, la esperanza es muerte.
Si sale amor, la primavera avanza."
Ángel González.


Los alquimistas dicen que la esmeralda es irrompible.
Yo te demostraré que no es cierto.

Verás que con esta máquina, que no es de piedra ni de hierro
sino de mediocre carne humana, corriente,

seré capaz de romper también tu silencio,
tu incredulidad, tu dolor,

y construir a cambio un puente de perlas,
mejor dicho,
de marfil.

Es todo lo que necesitas, es todo lo que quiero.

Y entonces dirán los alquimistas
que los puentes de marfil son irrompibles.

Y tendrán razón.

Manuel Alejandro Cruz

(Muralla del cielo, originally uploaded by Puno Van Hvala.)

martes, 11 de mayo de 2010

Sólo con silencios

El silencio siempre acude al final de... todo.

"Las palabras son para aquellos
con
promesas por cumplir"
W. H. Auden


Bayona, originally uploaded by Puno Van Hvala.



¿Para qué contarte con palabras
lo que podría decirte en silencios?

Para entenderlo basta que abras
el cofre secreto de los misterios,

en cuyo interior, lleno de cartas,
se hayan nuestros nombres verdaderos,

los nombres que no conocemos,
por los que el universo nos llama,

los que usaremos después de muertos

y que no puedo decirte con palabras
sino sólo con silencios.


Manuel Alejandro Cruz

(La foto fué pintada por este servidor)

miércoles, 31 de marzo de 2010

El paseo de la nada

Porque, como decía Unamuno, todo no es sino nada, nada, nada... y hedionda nada que al soñarla apesta.


"God keep His Oath to Sparrows-
Who of little Love- Know how to starve-"
(690, Emily Dickinson)


- ¿Quién eres?
Me preguntó un día.

- Soy nada- le dije
y me creyó.

Paseamos juntos
por la tarde,
mientras el parque caía.

Detallamos el vuelo de los pétalos
y vimos a los gorriones abrirse.

Más de una vez cerraste los ojos,
me preguntaste por el sueño
y por la ilusión

y te respondí con silencio,
pisando la tierra que pisabas.

Me creíste de nuevo.

Apoyamos la espalda contra el césped fresco;
el cielo nos observaba con curiosidad;
las nubes buscaban formas en nosotros,

nos pusieron nombres.
- Destello- dijo una.
- Paraíso- dijo otra.

Una hoja se desmayó a nuestro lado,
posó su cuerpo inerte
y me preguntaste
qué estaba pensando.

Pinté entonces un castillo
en la palma de tu mano,

y tu, de nuevo,
me creíste.

Luego llego el momento
- Tengo que despedirme-
dije
y una lágrima se aferró a tu mejilla.

- Permíteme-
y la maté frente a ti.

- ¿Quién eres?-
preguntó de nuevo.

- Soy nada- le dije,
y esta vez
no estoy muy seguro
de si me creyó.

Manuel Alejandro Cruz

(Nunca fuimos capaces de cruzarlo, ni tampoco de surcarlo...)

sábado, 13 de febrero de 2010

Monte Sacro

Para ser ciego sólo hace falta cerrar los ojos.




"Estoy aquí viendo el futuro,
para luego no ver nada..."

Dijo solemne, mirando un valle de ruinas desde la cima de la montaña. Murió aquella tarde, como tantas veces había hecho antes. Aquellas eran sus últimas palabras, palabras de dolor y desconsuelo. Pero solamente pudieron escucharle las ranas, los zancudos y las culebras.

Su cuerpo se pudrió, y fermentó el suelo tan rápido que ningún zamuro pudo probar un bocado de él.

Y luego, al día siguiente al despuntar el sol, otro prócer se alzó sobre el mismo valle en ruinas, sobre la misma montaña, y empuñando su espada, la misma que había empuñado el día anterior, dijo sus últimas palabras.

"Estoy aquí viendo el futuro,
para luego no ver nada..."


Manuel Alejandro Cruz

(Otra vez es el momento, otra vez...)

viernes, 4 de diciembre de 2009

Los que estábamos allí

Sólo es el principio, acabamos de despertar.

PD: Madrugando, como siempre.


Los que estábamos allí no teníamos ni idea de amaneceres;
ni idea del aroma a café, del sabor de un beso.
Habíamos perdido en otra vida la noción del tiempo
y la gloria alcanzada en otra época no era siquiera
parte de nuestros recuerdos.

Contemplábamos ansiosos aquella bruma matutina
y tras el rocío esclarecedor, mirábamos el suelo atestado
de cadáveres de gorriones y tumbas de golondrinas.
¡Cuantos sueños asesinados por las lágrimas!, pensábamos,
cuando había millones de lágrimas
asesinadas por los sueños.

Pero al no tener ni idea de su consistencia,
nos tumbamos en aquel suelo, putrefacto e insistente,
y haciendo un paréntesis largo y absurdo,
nos sumimos en otro sueño primaveral
para darle más sentido a la inexistencia
de toda conocida realidad.

Nuestra conclusión fue rápida y mutua,
se posó igual que una margarita sobre una cabellera.
Y con nuestras manos temblorosas atrapamos la verdad,
la encerramos, la capturamos, la moldeamos,
y por fin logramos que, poco a poco,
tortuosa y plácidamente, desapareciera.

Los que estábamos allí no teníamos ni idea de amaneceres,
y la vida tampoco tenía idea de que hacer con nosotros.
Al final todos lo sabíamos, pero preferimos el silencio,
y vivir condenados viviendo de las ilusiones;
al ver que el universo, de quien menos se esperaba,
no tenía ni idea de nuestras decisiones.


Manuel Alejandro Cruz
(No recuerdo de dónde salió esta foto... pido disculpas)

viernes, 20 de noviembre de 2009

Detesto

Detesto, por ejemplo, cuando los versos no quieren salir.



Detesto las discusiones
sin sentido
(es decir,
todas en general),
cuando los grupos se separan
y los amigos no se hablan.

Lo detesto casi tanto
como levantarse
sin recordar
lo que hemos vivido.
Perdón,
soñado.

Casi tanto
como cuando el pecho arde,
y la boca calla,
y las manos tiemblan.
Las palabras entonces
se queman dentro de nosotros...
se consumen.
Perdón,
nos consumen

Detesto también el tiempo
que pasa sin saludar
y nos pisa;
y lo detesto casi,
casi tanto como
al aire
que sin remedio,
nos respira.
Perdón,
respiramos.

Y así,
detesto
muchas cosas,
y entre ellas,
este intento de poema,
que aunque quiera,

no es
más que prosa.
Perdón,
confundida prosa.


Manuel Alejandro Cruz

(Por cierto, he dejado mi reloj en casa para olvidar por un rato que somos esclavos del tiempo)