lunes, 16 de febrero de 2009

Lágrimas de bandera

Lamento publicar tan rápido, pero esto tenía que ponerlo. Ya tiene sus cuantos añitos, asi que lamento que sea tan malo. Sin embargo, en mensaje sigue vigente.


Las aves no entienden el clamor de la gente
y las ratas no escuchan el charlar de las balas.
El temor lleno de júbilo del futuro indescente
y el grito de un ángel cortado por las alas.


El camino más corto a la paz y el progreso
está manchado de sangre, de odio y de guerra,
y en un mundo condenado a los que hablan sin cesos,
sólo yacen enterradas esperanzas en la tierra.


Así mueren las patrias condenadas al fracaso,
con una venda en los ojos y ataduras en las manos.
Asi lloran los próceres al caer el ocaso,
por los niños que esperan por discursos profanos.


Así es como el oro se le roba a la bandera,
con las armas del fracaso de creer en la mentira,
con un titulo en la mano y una mano ajena,
con el fraude de los que creen entender la vida.


Así se queda el mar sin su esplendor y grandeza,
secado por las lágrimas que no tiene la gente,
atrapado por los insultos y el futuro que espera,
confinado a lavar la conciencia de inconscientes.


Así queda la sangre derramada por los padres,
sepultada y condena bajo tierra, piedra y cemento,
rogando ser bañada por nueva sangre de ideales
y seca por la deshonra de los que dicen sus pensamientos.


Así quedan las estrellas, clandestinas al universo,
que ahora tambien huyen de la autocracia.
¡Como lloran los poetas cuando se mueren los versos,
así lloran los astros al perder la democracia!


Llora Dios en el cielo y la tierra se innunda.
Pierden así la gracia las tierras de tierras,
y pierden todo, siendo todo lo que mas abunda.
Esas tierras bendecidas, que se han quedado sin guerras,
quedan ahora sin futuro,
¡pues vaya futuro les espera!

Manuel Alejandro Cruz

("Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos" S. Bolivar)

miércoles, 11 de febrero de 2009

Hace daño a la cabeza tanta poesía

Uno de mis favoritos... por ahora.


Le hace daño a la cabeza tanta poesía,

y como no se puede luchar contra ella, escribo.

Sin embargo, mañana será otro día,

¿quién sabe si mejor?, sin duda, distinto.


¿Y quién sabe que nuevas rimas,

ajenas a este ajetreado ritmo,

saldrán risueñas a la vida

y luego se entregarán al olvido?


¿Quién puede contar todas esas melodías

fugaces, hermosas, de coro infinito,

que silban en nuestra mente sus sinfonías

hasta que se las lleva el hastío?


¡Nadie podrá!... no hay alternativa.

A cada segundo se van sin vestigio

tantas ideas, y con ellas, sin salida,

nosotros también, poco a poco, morimos.


De todos esos versos, en su partida,

melodías, palabras, yo me despido.

Que lleguen pues a una mejor guarida

y allí me vallan haciendo un sitio.


Porque hace daño a la cabeza tanta poesía

y como no se puede luchar contra ella, escribo.

Sin embargo, mañana será otro día,

¿Quien sabe si mejor?... Sin duda, distinto.

Manuel Alejandro Cruz

(Foto de Eadeeva ^^)

viernes, 6 de febrero de 2009

El cielo rojo de Madrid






Se pueden olvidar las ilusiones,

¿Por qué no? Las frases, las veladas,

el vacío reconfortante

de las calles congeladas

y un silencio mudo, casi cortante,

de todas las canciones

olvidadas.



Se puede olvidar un lienzo desnudo

y si se quiere también, la más bella mirada.

La cercanía del ayer

en imágenes cifrada

y un retazo de verdad donde poder ver

la paz tras un escudo

olvidada.



Se puede olvidar incluso la realidad

ante una presencia, o una ausencia, inusitada.

Escribir, o ver marchar

a una persona amada

y sin embargo, es imposible olvidar

el cielo rojo de una ciudad

olvidada.

Manuel Alejandro Cruz